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La dominicana Castillo es una estrella creciente

 

Osaka, Japón, 4 de noviembre, 2010 – Ella es normalmente la jugadora más pequeña en la cancha, pero Brenda Castillo de República Dominicana juega un papel grande para su equipo cada vez que entra a la cancha.

 

La libero de 167 centímetros desplegó sus impresionantes habilidades durante la primera ronda del Grupo D en el Campeonato Mundial Femenino de la FIVB durante la pasada semana. La jugadora de 18 años quedó segunda en defensa en el torneo con un promedio de 3.84 por parcial luego de la ronda de apertura.

 

Lo que impresionó no fue el número de defensas que ella hizo, sino la manera que las logró. Desplegando flexibilidad y agilidad de una gimnasta, Castillo estuvo por toda la cancha, manteniendo la bola en juego repetidamente cuando parecía que no había esperanza.

 

“Estoy triste porque no llenamos las expectativas aquí,” dijo la nativa de Santo Domingo después de la victoria del miércoles sobre Canadá, lo que dejó a República Dominicana con un record de 1-4. “Pero ha sido una gran experiencia. Yo he aprendido muchísimo”.

Aunque este fue su primer campeonato mundial de mayores, Castillo ha sobresalido antes en el gran escenario. Ella fue la Jugadora Más Valiosa en el Campeonato Mundial Juvenil de la FIVB del 2008 en México, donde las dominicanas finalizaron en segundo. También fue electa la mejor libero, defensora y receptora en una memorable actuación en ese evento.

 

Cuando le preguntaron si ella ocasionalmente envidiaba a sus compañeras más altas y si deseaba conectar un remate de vez en cuando, la jovial Castillo rió mientras consideraba la pregunta. “Algunas veces desearía poder ser de su tamaño”, dijo. “Pero estoy contenta de ser como soy y de mi papel”.

 

Castillo, quien creció como una de cinco hermanas, dice que admira a la capitana del equipo dominicano Milagros Cabral, quien compitió en su cuarto campeonato mundial. “Yo la he admirado por mucho tiempo”, dijo. “Tenemos la suerte de poder jugar con ella y aprender de ella”.

 

No es difícil predecir un tiempo, no muy lejos en el futuro, cuando Castillo misma se convierta en una líder para su equipo. Con su habilidad y experiencia a tan tierna edad, ella deberá ser una parte integral del equipo dominicano por muchos años en el porvenir.

 

Castillo, quien comenzó a jugar voleibol a los 10 cuando fue animada por una de sus hermanas, dice que jugar como libero requiere específicas habilidades. “Hay que ser rápida y tener buena concentración”, apuntó. “Hay que trabajar fuerte y desplegar buenas acciones. Casi hay que ser un poquito local para querer volar alrededor de la cancha como se necesita hacerlo”.

 

La atractiva Castillo, quien luce que podría ser una modelo, dice que no le falta reconocimiento en un país donde el béisbol es lo que gobierna. “Recibo muchas cartas de apoyo de los fanáticos allá en mi tierra”, comentó. “Es grandioso”.